domingo, 24 de junio de 2012


Reproductores mp3; ¿nuevo mal?


Desde que aparecieron los dispositivos de reproducción ‘’musical’’ al mercado, podemos ligarlo con una parte importante de la juventud; quizá no pueda referirme a la juventud de este año, sin embargo puedo contextualizarlo en cada época, sabiendo que en los años 80’ muchos aun no estábamos ni planeados.

Entonces, imaginarse como fue el cambio no resulta muy difícil, solo hay que situarse en una ciudad bastante ruidosa, con un ambiente deprimente y porqué no, un día nublado. Entonces pese a lo lúgubre del ambiente, cuelgas unos parlantes (los primeros audífonos estéreo fueron parlantes de baja resistencia) sobre la cabeza, los conectas a un walkman y al apretar  ‘’play’’, se detiene el ruido, el entorno es alegre y casi inmediatamente sale el sol.
En los 80’ algo así era lo que se pensaba de este nuevo aparato, diseñado para llevar la música a todas partes alegrando la vida de sus portadores, aunque eso implicara que se aislara totalmente de su medio. Incluso, marco tendencia el solo hecho de llevar estos audífonos ya que de cierta medida, entregaba status y moda.

Ya en el año 2000, claramente este hecho no dejo de existir, si no que como cualquier virus se expandió, con la llegada del Ipod de Apple en el año 2001, que permitía un almacenamiento mayor de canciones, en menor espacio y esta vez (luego de unos 12 años?) audífonos compactos, de mejor sonido y más livianos, comenzó una carrera por las empresas a imitar ese ‘’aparato’’ ya que dada su novedad y funcionalidad, prometía dinero a mares.

Sin embargo, ya con esta pincelada de historia podemos señalar algo más que evoluciones y motivos para ser feliz, agregando que el solo hecho de estar privado de sonido externo –en una calle por ejemplo- pone en  grave riesgo a cualquiera, pero también se agrega que cada vez más, los usuarios de estos dispositivos se aíslan más de sus grupos sociales o simplemente generan otros grupos excluyentes para quienes no comparten la idea de no concebir la vida sin audífonos.
Mal logro entonces, si el uso de estas nuevas tecnologías puede acarrear sordera, atropellos y una auto marginación.

Pero como todo ya esta, un único mensaje posible seria – Dale play pero con responsabilidad-

1 comentario:

  1. Mi impresión es que el MP3 no ha desaparecido, su uso es menor a partir del uso de dispositivos tecnológicos que integran más prestaciones: internet, telefonía, música, video y fotografía.
    La pregunta entonces se orienta a relevar las características de los procesos de desarrollo técnológico,en tanto hecho social, dado que estos inciden en consumos y prácticas tecnológicas.

    R. Hiriarte

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